lunes, 3 de diciembre de 2007

DISCURSO DE JOSE GONZALEZ ESPINOSA,
PRESIDENTE DEL
PARTIDO DE LOS TRABAJADORES
DOMINICANOS,
EN LA VII CONVENCION NACIONAL ELECTORAL

Compañeros vicepresidentes:

Esteban Díaz Jáquez,

Lourdes Méndez y Pablo Alfonso Rosario.

Compañeros Secretario General, Antonio Florián

Y Vices Secretarios generales Francisco Luciano

Y Manuel Grullón.

Compañeros integrantes de la Comisión Política y de la Dirección Nacional.

Compañeros delegados y delegadas de los comités especiales, municipales, zonales, de Distritos Municipales y de bases, y funcionarios electos.

Señores representantes de la Junta Central Electoral

Estimados amigos de la prensa.

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS:

Dos ilustres ciudadanos de la República, presidentes y líderes de partidos políticos distintos al nuestro han sido respaldados por nosotros como candidatos a la presidencia de la República: el doctor José Francisco Peña Gómez en las elecciones de 1990, 94 y 96, y el doctor Leonel Fernández, actual Presidente de la República en las elecciones del 2004, quien ganó en primera vuelta, con más del 57 por ciento de los votos.

Ahora, hemos decidido casi a unanimidad en el recién pasado XI Pleno Nacional de Dirigentes, que es como una primaria electoral, apoyarlo nuevamente como candidato presidencial para el período 2004-2008, que como se a podido comprobar aquí, en esta séptima Convención Nacional Electoral, ha reafirmado de manera abrumadora hoy, respaldarlo nuevamente, con la expresa decisión de que el país continúe superando los grandes y graves factores negativos que obstaculizan el desarrollo y el progreso con equidad y bienestar para todos.

Como ustedes saben, y queremos que el país recuerde, el Partido de los Trabajadores Dominicanos, no participó de la alianza que postuló al ingeniero Hipólito Mejía, y no lo hizo, porque para el año 2000, ya habían pasado dos años de la triste y lamentable partida a destiempo del doctor Peña Gómez, con la cual, ese partido había cambiado ya, parte sustancial de sus compromisos sociales y perdido el rumbo. Por eso, el PTD prefirió para esas elecciones del 2.000, presentar una candidatura independiente, en mi persona, y superar esa alianza. El tiempo trascurrido nos dio la razón, pues, los resultados de las ejecutorias de ese gobierno no pueden ser más reveladores.

Al decidir mantener el eje de alianza concertado en las elecciones presidenciales del 2004 y en las congresionales y municipales del 2006, lo que ahora conocemos como Bloque Progresista, estamos reafirmando el rumbo emprendido entonces y avalando como buenas la mayor parte de las realizaciones del presente Gobierno.

Y la apoyamos, sin que ello signifique que estamos satisfechos plenamente. Nosotros al igual que muchos dominicanos, sabemos que tareas muy importantes no han podido llevarse a cabo, ya sea por falta de recursos, por debilidades estructurales e institucionales, por falta de voluntad política en ocasiones, y especialmente por el peso que sobre el país y los gobiernos ejercen los grupos oligárquicos nacionales y extranjeros, quienes siguen apropiándose groseramente de las riquezas que producen las masas trabajadoras del país, cada hora, cada día, semana, cada mes, cada año, en una acumulación de fortunas que abochorna y lastima los más elementales sentimientos de solidaridad y convivencia humana.

Si examinamos el posicionamiento de los candidatos que compiten y las ofertas que hacen, queda claro que la mayoría están huérfanas de intención y contenidos sociales y carecen del crédito más elemental entre la población, pues el paso por el gobierno en repetidas ocasiones ha dejado al país al borde de la quiebra y de la bancarrota, y sus protagonistas huyendo o escondidos, lo que indica que el doctor Leonel Fernández es ampliamente favorito para ganar estas elecciones nuevamente.

El PTD quiere aprovechar este momento para reiterarle a la Nación que se empeñará con mayor energía en que el próximo gobierno del Bloque Progresista asuma el compromiso fundamental de reforzar su voluntad de cambios, reformas y trasformaciones, se aleje de la timidez, y ponga en marcha una dinámica de trabajo y de realizaciones dirigida a:

Fortalecer y ampliar el aparato productivo nacional y sus diferentes renglones.

Garantizar la seguridad alimentaría del país

Reducir a un digito la tasa de desempleo

Fortalecer la moneda nacional

Aumentar los sueldos y salarios de manera tal que puedan alcanzar un mayor poder adquisitivo.

Mantener la inflación en un digito y conservar el equilibrio macroeconómico que refuerce la confianza.

Ampliar la inversión en educación, salud, vivienda, agua potable e infraestructuras viales, primarias y secundarias.

Fortalecer los controles del gobierno para aumentar la transparencia y decencia en la administración pública.

Enriquecer las políticas medioambientales y aplicar las leyes correspondientes.

Aumentar la inversión en la seguridad ciudadana y en la lucha contra el crimen y la delincuencia.

Seguir fomentando la sana recreación, en la cultura, el deporte y las bellas artes.

Dar un jaque mate a los apagones y a la especulación en la comercialización de la energía y los combustibles para garantizar la producción y el suministro seguro, y a precios adecuados.

Estos puntos vitales nos ponen en el camino de lograr un país más productivo, un desarrollo humano más sostenible y una nación más soberana y un pueblo con un mayor nivel de gobernabilidad y de bienestar.

Ahora más que nunca necesitamos la aplicación de una política internacional completamente abierta, independiente, libre de condicionamientos geopolíticos y de ideologicismos aberrantes, como expresión genuina de una patria libre y soberana, una Nación progresista y un país independiente.

Como expresión de respeto y solidaridad, ya esta Convención dispensó un tributo guardando un minuto de silencio por los caídos durante la tormenta Noel y con los damnificados y sobrevivientes de la misma. Procede entonces que todos los presentes y la mayoría del pueblo dominicano nos unamos y hagamos el mejor esfuerzo por superar los graves daños materiales y las perturbaciones espirituales dejadas por esta acción de la naturaleza, y que alejándonos de prejuicios y colores emulemos la voluntad de trabajo y solidaridad del Presidente Fernández, que se ha puesto directamente al frente de las labores de reconstrucción y asistencia de todos los afectados, para que quede atrás la pesadumbre y la congoja, y el país recupere su marcha hacia el progreso y el bienestar para todos.

¡Viva el PTD, Viva la Patria!

¡Arriba el PTD, Leonel otra vez!

¡Pa Tras, Nunca, Pa Lante, Siempre!.

Santo Domingo, diciembre 2007.

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