miércoles, 20 de febrero de 2008

Continuación...

UNA COOPERATIVA QUE RETROCEDE

Es penoso, bochornoso e irritante, que el presidente del grupo haga sus acuerdos económicos con empresas y luego acuda al Consejo de Administración a buscar la aprobación sin que haya ningún papel escrito, solo compromiso verbales que son contrarios a toda practica lícita de comercio. Ese comportamiento es un signo inequívoco del desorden administrativo, de la inexactitud gerencial, del deterioro organizativo existente, hasta el punto de que no existe una contabilidad actualizada, ni existen informaciones contables confiables, puesto que no hay un solo socio que no tenga problemas en su itinerario financiero.

A ello se agrega, el irrespeto a las normas estatutarias y al dictamen de la ley 127, ley que regula el movimiento cooperativo en el país. No es posible una cooperativa en la cual se excluya a un socio meritorio por razones políticas y por oponerse a los manejos turbios de un directivo por grande que este sea. El comportamiento evoca los tiempos del viejo oeste y los celos de la cosa nostra, por lo que debemos evitar que se repita esta infamia, porque en el cooperativismo no se excluye a nadie, porque todo el mundo puede hacer aportes significativos al desarrollo de la empresa.

Ni hablar de las demás ilegalidades: Hay directivos que son ilegales desde sus orígenes, el caso del presidente y el tesorero. Otros lo son porque concluyeron sus mandatos y el presidente no convoca la asamblea ordinaria que debió de llevarse a cabo en diciembre del pasado año para rectificarlos o ratificarlos. De los 9 miembros del Consejo de Administración, por lo menos 6 son ilegales, y lo mismo sucede en los demás organismos, todos están desarticulados porque sus incumbentes abandonaron el compromiso contraído y por la ilegalidad. ¿Cómo es posible que habiendo tantas gentes deseosas de colaborar con su cooperativa se escojan, mediante mecanismos turbios, a gente que no tiene tiempo para dedicárselo a la cooperativa? ¿Cuál es el beneficio marginal que reciben los que quieren ostentar posiciones que no pueden desempeñar plenamente? ¿Acaso no se supone que los cargos son honoríficos en las cooperativas, que la propia ley 127 prohíbe que los directivos reciban beneficios que no sean los propios e iguales a todos los socios?.

Estas pinceladas demuestran, a grandes rasgos, que la cooperativa nuestra no se está consolidando, mas bien retrocede, por lo que debemos explorar vías que nos permitan superar sus debilidades. Lo primero es la organización, sin ella no se pueden eficientizar los procesos, ni puede haber control. Luego, la legalización, instrumento sin el cual nunca podremos acceder a las fuentes de financiamientos que nos permitirán emprender acciones económico-sociales de verdadero impacto en la calidad de vida de nuestros socios y, finalmente, un programa, una guía de acción objetiva que trace la ruta y detenga la improvisación, para que podamos caminar firme hacia el progreso.

Tenemos que promover un programa vigoroso de construcción de viviendas, de venta de solares, de importación de vehículos y electrodomésticos. Tenemos que cambiar la política crediticia ampliando su cobertura, lo mismo que con los préstamos expresos o de emergencia, porque estos en la actualidad no resuelven ninguna emergencia. Es necesario que vendamos alimentos baratos a nuestros socios y hay que emprender operativos de cultura y educación. Pero tenemos que hacerlo entre todos, porque la cooperativa es de todos, aunque algunos no lo crean así.

No hay comentarios: