miércoles, 30 de enero de 2008

Continuación...

PLD Y PRSC:

Solo el grupito que negocia en todas las elecciones con las siglas del partido, no quiere la reunificación pero los reformistas de verdad, añoran que llegue ese momento para que podamos ser fuertes y hacer la revolución sin sangre soñada por Joaquín Balaguer.

Nuestro partido ha sido sacudido por desprendimientos de cuadros y dirigentes importantes que han hecho causa común con otras agrupaciones, inconformes con el manejo impropio que ha tenido la alta dirección.

Una parte ha estado respaldando la reelección de Leonel Fernández desde posiciones gubernamentales, pero la gran mayoría de los reformistas está a la expectativa, esperando que se produzcan cambios estructurales importantes para reactivarse en su partido. El actual esquema de la dirigencia no puede continuar porque no iremos lejos con un partido debilitado en grado sumo y con unos líderes medrando alrededor de la subvención que otorga la Junta Central Electoral.

Es preciso que señalemos que en la actual coyuntura el grupito tradicional de negociantes se está movilizando para hacer sus convenios por lo bajo, como es su costumbre. Esta gente, no quiere que el convenio se haga a la luz del día como hizo Balaguer el Frente Patriótico, sino lo que aspiran es a que se haga el acuerdo del “desacuerdo” porque de esa manera negocian con los dos partidos al mismo tiempo y los beneficios personales serán por doble vía.

La alianza que proponemos, debe ser clara y transparente en todos sus aspectos, y convertirse en un mecanismo de cohesión política y de esperanza para que el partido la haga suya y dedique toda la energía a su éxito.

Las alianzas son mecanismos electorales que oferta la democracia y se producen cuando uno o más partidos, aun con ideologías distintas, no cuentan con la fuerza suficiente para alcanzar metas –regularmente coyunturales- que son comunes al conglomerado que participa, pero que individualmente no es posible lograrlas.

En el caso del PRSC, nuestra posición electoral es frágil, fruto de la conjunción de factores internos y externos que se han conjugado para debilitar al partido, hasta el punto de que su desempeño en los últimos procesos ha sido pobre, humillante y hasta vergonzoso, en los cuales el número de votos obtenidos no se corresponde con la trayectoria de un partido que ha sido históricamente poderoso y el que posee la maquinaria electoral más portentosa.

Tenemos que negociar de manera inteligente, pensando en el país y en el partido. El PRSC es un patrimonio de la nación, por lo cual debemos hacer cuantos esfuerzos sean necesarios para preservarlo vivo y viable.

En la actual coyuntura tenemos que negociar, porque no hay otra salida, pero debemos hacerlo con dignidad y altura, pero también con inteligencia, para poder alcanzar una cuota de poder que nos permita respirar, que nos proporcione el oxígeno que necesita el torrente sanguíneo para nutrir su cuerpo, para que esté de pie y listo para la batalla.

Si negociamos con el PRD, no hay duda de que perderemos todos, porque los reformistas se quedarán en sus casas. Otros –posiblemente la mayoría- votará de todos modos por el PLD, en razón de esa tendencia natural de los compatriotas que los hace ser más proclives hacia este último partido.

Esta sería una alianza asimilada por el partido en sentido general y ya tenemos una rica experiencia con ambas organizaciones. Con el PLD, ganó la propuesta nuestra, con el PRD, llegaremos juntos al desastre.

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