sábado, 13 de octubre de 2007

CENTRO DE DESARROLLO DE LA MUJER DOMINICANA

DECLARACION

Declarado en la Ciudad de Nueva York

Viernes, 12 de octubre del 2007

El Centro de Desarrollo de la Mujer Dominicana, en su labor de facilitar procesos de educación y de empoderamiento de las mujeres en la ciudad de Nueva York, particularmente en la comunidad de Washington Heights, apoya firmemente la despenalización del aborto por causas terapéuticas, de violación, y de incesto como se está proponiendo en estos momentos en el Senado de la República Dominicana. Creemos firmemente que es la mujer la que debe tener el derecho a decidir sobre su propio cuerpo en cualquier instancia.

Entendemos que vivimos en una sociedad que históricamente se ha distinguido por establecer leyes que erróneamente estimulan la opresión, desigualdad y exclusión de las mujeres, sin tomar en cuenta sus derechos humanos y civiles. Dentro de esas leyes se encuentra, la penalización del aborto, que atenta en contra de la salud de la mujer en nuestro país.

Reconocemos que el proceso del aborto, como cualquier otra intervención quirúrgica, puede ser un riesgo, aún realizado por personas capacitadas y siguiendo las leyes de salubridad. Pero mucho más riesgoso, es la realización clandestina del aborto sin ningún tipo de regulación; la cual se realiza a través de diferentes métodos como son: la introducción de objetos sólidos en la vagina como ganchos de ropa, tomar brebajes hechos con sustancias tóxicas en su mayoría, presiones externas del abdomen, usar medicamentos no apropiados que traen como consecuencia el nacimiento de niños deformes, esterilización de la mujer, hemorragias, cólicos y ciertas infecciones que son complicaciones mucho más graves que pueden llevar a provocar la muerte.

Todas las anteriores prácticas, aunadas a muchas otras, que son usadas por personas que sin ninguna capacidad médica, realizan este tipo de intervenciones, a mujeres que desesperadas, no pueden asistir a un hospital, a recibir servicios de salud por causa de esta legislación restrictiva.

Por lo tanto, esta legislación estimula que se realicen clandestinamente abortos inseguros provocando las más altas tasas de mortalidad materna en América Latina y el Caribe. Se estima que en América Latina y El Caribe “se realizan 4,140,000 abortos por año, de los cuales el 95% son clandestinos e inseguros. De las 78, 000 mujeres que mueren cada año por causa de aborto en el mundo, el 13% vive en América Latina y El Caribe; ósea más de 10, 000 mujeres mueren cada año o 28 cada día, principalmente mujeres de bajos recursos”[1]. En la República Dominicana, de acuerdo a Salud Pública y Asistencia Social se estima que el 83% de las muertes maternas están relacionadas con complicaciones del aborto. La tasa oficial de mortalidad es de 178 muertes de mujeres por cada 100,000 niños/as nacidos/as vivos/as.

Entendemos además, que la penalización del aborto es una discriminación en contra de la mujer (y más aún la mujer negra y pobre) porque es ella directamente la más afectada, al negársele acceso a los servicios de salud que están exclusivamente relacionadas con su género. La mujer es la única que puede asumir la maternidad y en ocasiones puede verse forzada a tener que asumirla de forma involuntaria por presiones meramente legales. Un ejemplo es, el caso cuando la mujer es violada y se produce un embarazo no deseado; ésta se verá doblemente victimizada ya que además, del propio trauma de la violación, se le obliga legalmente a un embarazo producto de una violación sexual no deseada.

De la misma manera, entendemos que ningún estado o gobierno tiene el derecho de realizar un proceso legal en contra de una mujer, que ha tomado la decisión personal de no asumir la maternidad y las respectivas responsabilidades que la misma conlleva; sobre todo, cuando esa misma legislación libera de toda responsabilidad legal al hombre que es también protagonista de la relación sexual en la cual se produjo el embarazo.

Queremos dejar claro que nosotras estamos a favor de la vida y que nuestra intención al apoyar la despenalización del aborto no es promoverlo. Es más bien, defender el derecho que la mujer tiene a tener acceso a servicios de salud sin ningún tipo de discriminación como consecuencia de una legislación mucho más humana, tolerante y equitativa hacia la mujer y su realidad.

Porque reconocemos que una forma de respeto y valoración hacia la vida, es no hacer caso omiso a lo que las estadísticas nos enseñan, sobre la práctica del aborto en la República Dominicana. Entendemos, que el Estado Dominicano debe proteger a toda la ciudadanía, ofreciendo a todas las mujeres igualdad de servicios de salud, independientemente de las decisiones que bajo sus convicciones personales, éstas tomen, respecto a su maternidad. Debido a que todas comparten la misma condición humana y los mismos derechos civiles como dominicanas. Este derecho es algo que el Estado Dominicano y sus gobiernos tienen la responsabilidad de asegurar de que se respete, mucho más allá de los valores éticos, religiosos, sociales y políticos de los diferentes sectores que componen nuestra sociedad dominicana.

De la misma manera, demandamos que el Estado Dominicano y sus instituciones gubernamentales, deben estar comprometidos a realizar un rol protagónico y una campaña agresiva para combatir las causas que den origen a que muchas mujeres se vean forzadas por diversas razones, a tomar la dolorosa decisión de realizarse un aborto. Dejarlas desprotegidas es una irresponsabilidad departe del Estado, el cual ha mantenido una legislación que va en contra del acceso a los servicios de salud de la mujer, obviando la profundidad de este problema social sin buscar sus posibles soluciones.

El Estado Dominicano debe diseñar e implementar una legislación responsable que promueva la educación sexual para crear conciencia en la población y que garantice los servicios necesarios en lo relacionado a la salud reproductiva; una legislación que promueva en primera instancia, prevenir que las mujeres tengan que lidiar con las consecuencias que traería tomar cualquier decisión sobre su maternidad; en un momento en el cual éstas no se sientan preparadas para esta situación. Del mismo modo, dicha legislación de educación sexual ayudaría en gran medida, a la prevención en contra de las enfermedades de transmisión sexual, evitando así disminuir la propagación de epidemias como la del VIH/Sida que están afectando sin discriminación de edad, credo, religión, raza, status social, económico y político a nuestra población.

En el Centro de Desarrollo de la Mujer Dominicana entendemos que la salud reproductiva significa el bienestar físico, mental, emocional, social y espiritual en todo lo concerniente al sistema reproductor- su función y proceso. La salud reproductiva implica la libertad para tener una vida sexual satisfactoria, responsable y segura. También incluye el derecho de las mujeres y los hombres, personas jóvenes y adultas/os, a recibir información acerca de los métodos de planificación familiar, sobre la prevención de enfermedades transmitidas sexualmente y de los riesgos y consecuencias de realizarse una interrupción del embarazo bajo formas no adecuadas y por medio de personas no capacitadas para este tipo de intervenciones.

A pesar de las tantas luchas libradas alrededor del mundo por una sociedad justa y equitativa, las mujeres seguimos sufriendo en carne propia la violación de nuestros derechos humanos y la justificación se basa en la realidad de nuestro género. De aquí la explotación y discriminación que se lleva a cabo en nuestras instituciones y estructuras comunitarias. Por desgracia la represión ha sido tan impactante y efectiva que hemos internalizado un modelo de educación que refleja los principios patriarcales de esta sociedad que promueve y defiende la injusticia y la desigualdad en contra de la mujer.

Porque entendemos esta realidad como un problema de salud pública, mucho más allá de las concepciones morales o religiosas de los ciudadanos, en El Centro de Desarrollo de la Mujer Dominicana, estamos comprometidas a llevar a cabo dentro de los tres próximos meses una campaña sistemática y educativa a favor de la lucha por la despenalización del aborto en la República Dominicana en casos terapéuticos (peligro de muerte para la madre o posibilidad de daños severos para la criatura), de violación, o por incesto. Creemos firmemente que es la mujer la que debe tener el derecho a decidir sobre su propio cuerpo en cualquier instancia. Como parte de esta campaña el Centro planifica:

1) Proveer talleres educativos dentro de nuestros programas y en la comunidad,

2) Elaborar y distribuir masivamente un volante educativo sobre las resoluciones siendo consideradas en la República Dominicana,

3) Elaborar una petición y recaudar firmas que serán entregadas a l@s legisladores en la Rep. Dom. en apoyo a las resoluciones sometidas,

4) Establecer y solidificar los lazos de colaboración y apoyo con instituciones en la Rep. Dom. que están trabajando en las modificaciones a esta ley.

Otras organizaciones que endosan esta declaración son: Alianza Dominicana, Dominican Women’s Caucus, Grupo Comunitario la Aurora, Iglesia San Romero de las Americas-UCC, National Dominican Women’s Caucus, National Institute for Reproductive Health, National Latina Institute for Reproductive Health.



[1] Aborto inducido a nivel mundial, Allan Guttmacher Institute.

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